Una agenda como medio para ordenar tu vida

¡Me he comprado una agenda!

Sí, tenéis razón, la semana que viene es abril, pero mi vida ha alcanzado un nivel de caos imposible y he tenido que tomar cartas en el asunto. Eso sí, la búsqueda no ha sido sencilla. Yo, que soy (como ya sabéis) muy fan de Zara y su hermana Zara Home, he decidido que en esta última encontraría sin ninguna duda una agenda perfecta para mí. El primer Zara Home visitado no ha resultado muy fructífero (bueno… he olido el maravilloso aroma de la tienda… ¡solo por eso la vista ha sido menos improductiva!). El problema era que todas y cada una de las agendas eran brillantes… ¡muy brillantes! Ese exceso de  destellos cegadores me ha hecho tomar la decisión de recorrer Valencia con mi bolsa de la universidad cargada de papeles, libretas y mi ordenador (sí, es un Mac, soy así de moderno, pero no tanto y mi Mac no es air, es un poco más pesado… ¡Imaginaos!). No he parado de buscar, me mataba la espalda, quería empezar a arrastrarme por el suelo y he tomado la decisión de dedicarme a los realities de riesgo (en plan Pekín Express o algo de eso). ¡Vamos, que la búsqueda de agenda me ha hecho más fuerte! Finalmente, he vuelto a encontrarme con un Zara Home (ya sabéis, ventajas de que el tito Amancio se expanda como si de Starbucks se tratase) y allí la he encontrado. Cumplía a la perfección con lo que yo deseaba: No era excesivamente grande, era una agenda y… ¡es suave! Vale, lo reconozco, no había pensado en ello hasta que la he visto, pero este año estoy desarrollando una extraña obsesión por las cosas suaves.

He pedido que me la envuelvan, también conocéis mi pasión por hacerme regalos a mí mismo, ¡me ilusiona y hace feliz! (más que una perdiz, así, ¡a lo loco!)

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Así que, de ahora en adelante, mi vida vuelve a ser una cosa medianamente ordenada. Además, las agendas le hacen a uno sentirse útil, interesante e importante, y te permiten decir:

«Tengo que consultar mi agenda»

Y a esto hay que añadir lo organizado que vas. El problema es que yo nunca lo he sido. En el colegio me daban agenda y me obligaban a escribir los deberes y futuros exámenes y entregas de trabajos en ella… pero la mía tendía a estar muy vacía… Nunca entendí el motivo, pero era así. Eso sí, en dos semanas cumplo 22, esa edad es motivo de madurez (¿no?), así que ha llegado el momento de organizarme y vivir la vida con orden y planificación.

No olvidéis que es preciso que encontréis una agenda que diga: ¡soy tuya! Me explico: Os tenéis que sentir atraídos por ella, ya sabéis, cuando notéis una extraña conexión entre ella y vosotros… ¡COMPRADLA! Os va a acompañar un año entero, ¡qué mejor que elegirla con cuidado y pensándolo bien!

Y ahora os dejo, tengo una agenda que rellenar y una vida que organizar.

¡Hasta la próxima!

Alfon Mulet Serra (@FonMulet)

Blog: @13Clouds

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